Seguramente, has escuchado hablar de este tema y, tal vez, en algún momento te has preguntado si tu bebé puede ser intolerante o alérgico a la lactosa, pues has notado algunos cambios en él con la lactancia materna.
Pero tranquila, este es un tema que genera mucha confusión, incluso mucha controversia entre algunos proveedores de salud. Lo importante para saber es que son dos condiciones muy diferentes.
Primero, ¿cómo se compone la leche?
La leche está compuesta de carbohidratos: lactosa y proteínas: caseina (entre otras). Uno generalmente solo es alérgico a proteínas, ya que eso es lo que el cuerpo reconoce como ajeno y es a lo que se le hace alergia. En este orden de ideas, uno no puede ser alérgico a la lactosa.
La lactosa es un carbohidrato complejo (como dos granos de azúcares pegados) y necesita una enzima (lactasa) para quebrar estos dos granos de azúcar y que los podamos absorber. Si no se produce lactasa uno es INTOLERANTE a la lactosa, pero no ALERGICO a la lactosa.
Entonces de esto salen dos enfermedades:
- Alergia a la proteína de la leche (APLV)
- Intolerancia a lactosa
¿Cómo se pueden distinguir?
Origen:
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- La APLV en bebés, es un problema del sistema inmune que reconoce la leche como ajena.
- La intolerancia a la lactosa es un problema digestivo donde el intestino no puede procesar la lactosa. Hay personas que dejan de producir lactasa antes que otras. También cuando se enferma con gastroenteritis es posible que haya una perdida temporal de las células que hacen lactasa.
Edad de presentación:
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- La alergia a la proteína de la leche generalmente se presenta en los primeros meses de vida, y generalmente se resuelve antes del año de vida.
- La intolerancia a lactosa se presenta generalmente después de los tres años de vida. En muy raras condiciones un bebé puede presentar intolerancia a lactosa:
- Prematuros que no han desarrollado la enzima pero esto generalmente se resuelve poco después del nacimiento.
- Enfermedad genética que no producen lactasa, esta enfermedad es muy rara, y produce una diarrea severa con deshidratación en los primeros días de vida.
Sintomas:
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- La APLV en bebés se presenta con sangre en las deposiciones, dificultad para ganar de peso y en algunas ocasiones con brotes en la piel.
- La intolerancia a la lactosa se presenta con aumento de gases, distensión abdominal y diarrea después de ingerir productos lácteos.
Resolución:
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- La APLV generalmente se resuelve alrededor del año de edad.
- La intolerancia a la lactosa empeora con la edad, a no ser de que sea causada por una infección gastrointestinal transitoria, que por lo general mejora alrededor de las dos semanas.
Tratamiento:
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- La APLV se trata con leches especiales en que la proteína se simplifica para no crear alergia, o con dietas en la madre lactando.
- La intolerancia a la lactosa se trata evitando lactosa. Y también se puede suplementar lactasa cuando se van a ingerir lácteos.
Fuentes:
Academia Americana de Pediatria
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