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La displasia de caderas es una condición pediátrica que afecta el desarrollo adecuado de la articulación de la cadera en los bebés y niños pequeños. Como padres, entender los aspectos clave de esta condición, cómo se detecta, los tratamientos disponibles y los signos de alarma es fundamental para garantizar el bienestar de sus hijos.
En este blog, los pediatras de Docokids te explicamos todo sobre este tema.
¿Qué es la displasia de caderas?
La displasia de caderas, también conocida como displasia del desarrollo de la cadera (DDC), es un problema en el que la articulación de la cadera de un bebé no se forma correctamente. En los bebés con esta afección, la cabeza del fémur (el hueso de la parte superior de la pierna) no encaja bien en el acetábulo (la cavidad de la cadera).
Este desajuste puede ser leve o severo, y en algunos casos, la cadera puede estar parcialmente o completamente fuera de lugar, lo que se conoce como luxación. Si no se trata, la displasia de caderas puede llevar a problemas de movilidad, dolor y desgaste articular que afectara al niño o niña a largo plazo.
Tamizaje y diagnóstico de la displasia de caderas
El tamizaje neonatal es crucial para detectar la displasia de caderas en sus primeras etapas, antes de que cause problemas graves. Se hace de la siguiente forma:
- Examen físico neonatal: Durante los primeros días de vida del bebé, los pediatras realizan un examen físico que incluye las maniobras de Barlow y Ortolani. Estas maniobras permiten detectar si hay inestabilidad en la articulación de la cadera.
- Ecografía de cadera: Para confirmar el diagnóstico, en bebés menores de 6 meses se puede realizar una ecografía, ya que el hueso de la cadera aún no se ha formado completamente y es más difícil verlo con radiografías. Este estudio es completamente seguro e indoloro para el bebé.
- Radiografía de cadera: En niños desde los 4 meses, las radiografías son más precisas para observar la estructura de los huesos y confirmar si existe displasia.
Diagnóstico
El diagnóstico temprano es fundamental para evitar complicaciones. Es por eso que, si se sospecha de displasia de caderas en el tamizaje inicial o en chequeos médicos posteriores, se debe hacer un seguimiento cercano con un ortopedista pediátrico.
Tratamiento de la displasia de caderas
El tratamiento de la displasia de caderas varía dependiendo de la gravedad y la edad del niño en el momento del diagnóstico.
Tratamientos comunes
- Arnés de Pavlik: En bebés menores de 6 meses, el tratamiento principal es el uso de un dispositivo conocido como arnés de Pavlik. Este dispositivo mantiene las piernas del bebé en una posición adecuada para que la cabeza del fémur permanezca en el acetábulo y permita que la articulación se desarrolle correctamente.
- Yeso pelvipedio: Si el arnés de Pavlik no corrige la displasia o si el niño es mayor, puede ser necesario un yeso pelvipedio. Este dispositivo inmoviliza la cadera y las piernas para mantener la articulación en la posición correcta.
- Cirugía: En casos más graves o cuando los tratamientos no han funcionado, puede ser necesaria una cirugía para recolocar la cadera en su lugar y mejorar la función de la articulación.
Seguimiento
Independientemente del tratamiento, es necesario un seguimiento estrecho con el ortopedista pediatrico para monitorear el desarrollo de la cadera.
¿Qué puedes hacer como padre?
El papel de los padres es fundamental en la detección temprana de la displasia de caderas. Deben llevar a cabo los chequeos médicos regulares y seguir las recomendaciones de los pediatras.
Recuerda que el tratamiento temprano es muy eficaz y la mayoría de los niños tratados por displasia de caderas en sus primeras etapas se recuperan completamente y sin complicaciones a largo plazo.
Si tienes preguntas sobre la displasia de caderas o cualquier otra inquietud relacionada con la salud de tu hijo, no dudes en contactar con Docokids a través de nuestra plataforma. Nuestros pediatras están disponibles 24/7 para ayudarte y brindarte la orientación que necesitas.
Escrito por: Felipe Rodríguez