Elegir el termómetro adecuado para tu hijo es muy importante, especialmente cuando la fiebre es un síntoma que frecuentemente produce una preocupación en los padres y cuidadores. Con tantas opciones disponibles en el mercado, puede ser difícil saber cuál es el mejor termómetro para usar en casa.
En este blog, los pediatras de Docokids te ayudamos a entender las diferentes opciones y a elegir el termómetro ideal para garantizar la seguridad y el bienestar de tu pequeño.
Los termómetros digitales son actualmente la opción más popular y recomendada para medir la fiebre en niños. Su precisión y rapidez en la medición los convierten en una herramienta indispensable en cualquier hogar con niños pequeños. Estos termómetros pueden utilizarse de forma oral, rectal o axilar. Nos dan un resultado en menos de un minuto, algunos de ellos en escasos segundos. Son fáciles de usar y suelen incluir una pantalla clara que facilita la lectura de la temperatura.
Los termómetros infrarrojos son cada vez más populares entre los padres debido a su capacidad para medir la temperatura sin contacto directo con la piel. Esto es especialmente útil para bebés y niños pequeños que se mueven mucho, o cuando necesitas tomar la temperatura mientras duermen sin despertarlos. Los termómetros infrarrojos pueden medir la temperatura en la frente, cuello o en el oído, proporcionando resultados rápidos.
A pesar de estas características, tiene una gran desventaja y es que se descalibra con mucha facilidad, lo que puede arrojar resultados erróneos.
Por esta razón no lo recomendamos de uso rutinario. Hay padres y cuidadores que prefieren el uso de este tipo de termómetros, la recomendación es mantenerlo calibrados, y en caso de temperaturas que no correspondan al estado clínico del paciente, se debe verificar la temperatura con un termómetro digital.
Los termómetros de oído, también conocidos como termómetros timpánicos, son otra opción popular para medir la temperatura en niños. Estos dispositivos miden la temperatura del tímpano utilizando sensores infrarrojos y son conocidos por su rapidez y comodidad. Aunque pueden ser muy precisos, es crucial utilizar la técnica adecuada para evitar lecturas incorrectas, como asegurarse de que el termómetro esté bien posicionado en el canal auditivo.
Los termómetros de tira y los termómetros de chupete son opciones que algunos padres consideran por su facilidad de uso, especialmente en niños pequeños. Sin embargo, estos tipos de termómetros no son tan precisos como los digitales o infrarrojos. Los termómetros de tira, que se colocan en la frente, y los de chupete, que los bebés succionan, pueden dar una idea general de la temperatura, pero no son recomendados cuando se requiere una lectura exacta.
Los termómetros de mercurio fueron una vez la norma y la mejor forma para medir la fiebre, pero ya no son recomendados debido a los riesgos asociados con el mercurio, principalmente intoxicación. Si se rompe, el mercurio puede ser altamente tóxico, lo que representa un peligro significativo, especialmente en hogares con niños pequeños. Hoy en día, los pediatras y expertos en salud recomiendan evitar completamente los termómetros de mercurio y optar por opciones más seguras y modernas.
La elección del termómetro ideal depende de la edad de tu hijo, así como de la situación específica. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones generales:
Elegir el termómetro adecuado para tu hijo es fundamental para poder manejar la fiebre y tomar decisiones informadas sobre su salud. En Docokids, nuestra prioridad es ayudarte a hacer las mejores elecciones para el bienestar de tu familia. Recuerda que, ante cualquier duda sobre la fiebre o la salud de tu hijo, siempre es recomendable consultar a un pediatra, tienes siempre a tu disposición nuestros servicios.
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Escrito por: Felipe Rodríguez