Este es un mundo no muy alejado del mundo de la pediatría, pues así no lo creamos hay muchos niños que padecen enfermedades del corazón.
La enfermedad cardiovascular en niños se divide en 2 grupos
El corazón se nutre y se irriga por unas arterias que se llaman coronarias. Con el pasar de los años y producto de estilos de vida no saludables, se acumula grasa en las paredes, disminuyendo el espacio por el que circula la sangre para distribuirlo para el corazón.
Imaginemos por un momento algo así como que en una vía principal, las calles se llenaran de montañas de tierra, lo cual impediría la libre circulación de los carros y permitiendo cada vez menos carros transitar por ahí.
Ahora, si las calles se convierten en arterias y las montañas de tierra en acumulación de grasa, entendemos que si se nos acumulan estas bolitas de grasa no va a haber suficiente sangre que llegue a todo el corazón y como consecuencia la persona puede presentar un infarto.
Aunque los niños y los adolescentes generalmente no muestran los síntomas de una enfermedad cardíaca de este estilo, la acumulación silenciosa de depósitos de grasa en los vasos sanguíneos puede comenzar en la niñez y puede tener un impacto grave en su vida adulta.
Es como si se sembrarán unas semillas desde que los niños están pequeños que con el tiempo van creciendo y termina en enfermedades cardíacas muy graves en la edad adulta.
Esas “semillas” incluyen la obesidad, la diabetes, un estilo de vida sedentario, el tabaquismo y la presión arterial alta.
Afortunadamente, hoy en día existe un concepto llamado Cardiología Preventiva, con la que le enseñamos a los padres de qué manera ellos pueden influir en el comportamiento de sus hijos, fomentando una alimentación saludable y ejercicio aeróbico regular, así como desmotivando el hábito de fumar. Esto con la intención de prevenir futuras enfermedades del corazón, así como reducir el riesgo de presentarlas.
Es muy importante que los niños crezcan entendiendo que son en gran medida responsables de su salud y desde pequeños debemos enseñarles que la comida sana y hábitos de vida saludables es igual a tener corazones sanos.
A continuación les vamos a contar algunas maneras de reducir la probabilidad de presentar enfermedad coronaria, según la American Heart Association (AHA)
Debemos buscar métodos de estilos de vida menos sedentarias:
Los lactantes (menores de un año):
Los niños de 1 a 2 años:
Los niños de 3 a 5 años deben estar físicamente activos y tener muchas oportunidades para moverse durante el día.
Los niños de 6 a 17 años deben realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, principalmente aeróbica
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Valentina Rios Arango