La enuresis nocturna, también conocida como “orinarse o hacerse pipi en la cama”, es una situación muy común en la infancia que afecta a alrededor del 15% de los niños de 5 años y al 5% de los niños de 10 años. Puede generar preocupación y dudas entre los padres, quienes buscan comprender las causas y encontrar soluciones para ayudar a sus hijos. En este artículo, abordaremos las causas más comunes de la enuresis nocturna, estrategias para manejarla y el papel que puede desempeñar Docokids en apoyar a las familias a enfrentar este desafío.
Causas comunes de la enuresis nocturna
Existen diversos factores que pueden contribuir a la enuresis nocturna, entre los que se incluyen:
- Maduración tardía del sistema nervioso: Algunos niños tardan más en desarrollar el control completo sobre la vejiga y la capacidad de despertarse durante la noche para ir al baño.
- Genética: Si uno o ambos padres tuvieron antecedentes de enuresis nocturna, es más probable que sus hijos también la experimenten.
- Producción elevada de orina por la noche: Algunos niños producen más orina durante la noche debido a una menor producción de la hormona antidiurética (ADH), que ayuda a los riñones a concentrar la orina.
- Dificultades para despertarse: Si el niño tiene un sueño muy profundo, puede no despertarse a tiempo cuando la vejiga está llena.
- Estrés o cambios en la vida del niño: Situaciones como el inicio de la escolarización, la mudanza a una nueva casa o la llegada de un nuevo hermano pueden generar estrés y afectar el control de la vejiga.
- Trastornos médicos: En algunos casos, la enuresis nocturna puede ser un síntoma de un trastorno médico subyacente, como diabetes o infecciones del tracto urinario.
Estrategias para manejar la enuresis nocturna
Manejar la enuresis nocturna requiere paciencia y comprensión por parte de los padres. Algunas estrategias que pueden ser útiles incluyen:
- Establecer una rutina nocturna: Asegurarse de que el niño vaya al baño antes de acostarse, incluso si ya lo ha hecho antes. Limitar la ingesta de líquidos por la noche, especialmente dos o tres horas antes de dormir. Evitar bebidas con cafeína o azúcares añadidos, que pueden aumentar la producción de orina.
- Crear un ambiente favorable para dormir: Asegurarse de que la habitación del niño esté oscura, tranquila y fresca. Utilizar ropa de cama impermeable para proteger el colchón. Evitar regañar o castigar al niño por mojar la cama, ya que esto puede aumentar su ansiedad y empeorar la situación.
- Ayudar al niño a desarrollar el control de la vejiga: Fomentar que el niño vaya al baño a intervalos regulares durante el día, por ejemplo, cada dos horas. Enseñarle al niño a identificar las señales de que necesita orinar, como una sensación de presión en la vejiga o inquietud. Utilizar juegos o actividades para que el niño aprenda a contraer y relajar los músculos del suelo pélvico.
- Considerar el uso de dispositivos de ayuda: Existen alarmas de cama que suenan cuando el niño comienza a orinar, lo que le ayuda a despertarse e ir al baño. Existe ropa interior absorbente y protectores de colchón disponibles para evitar que el niño se moje y se sienta incómodo.
- Buscar ayuda profesional: Si la enuresis nocturna persiste después de haber probado las estrategias mencionadas, es recomendable consultar con un pediatra o un especialista en urología infantil. El médico podrá evaluar al niño y determinar si hay alguna causa médica subyacente que requiera tratamiento. Para obtener más información y recursos sobre cómo manejar la enuresis nocturna, puedes visitar Docokids.
Con el abordaje adecuado y el apoyo necesario, la enuresis nocturna se puede gestionar eficazmente, permitiendo tanto a los niños como a sus padres tener noches más tranquilas y descansadas.
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