Existe una teoría en la cual durante las primeras 24 horas después del nacimiento, los recién nacidos se la pasan durmiendo. Después de este tiempo, y muchos lo asocian con la segunda noche de vida, es cuando los bebés se despiertan de este sueño profundo y caen en cuenta de todo lo que está pasando a su alrededor, algo muy diferente a lo que conocieron durante los últimos nueve meses.
Solo imagínenselo: llevan nueve meses muy cómodos, en un lugar oscuro, sin tantos olores, acompañados por el constante ruido del corazón y otros órganos de la mamá, sin ropa ni pañal, en un lugar calientico, donde nadie los mueve, los alza o los cambia.
De repente llegan a un lugar con muchos, MUCHOS, estímulos. En ese momento empiezan a descubrir nuevas luces, olores, sonidos, texturas, conocen a sus papás, les toca estar de pañal, vestidos y arropados. Conociendo a todos los familiares que los quieren alzar y hablar cerquita, oliendo por primera vez el perfume de su mamá, y acostumbrándose a una temperatura mucho más fría que la del vientre.
¡Es como llegar a una ciudad desconocida por primera vez! A esto, muchos lo llaman el “síndrome de la segunda noche”. Es conocido como un estado irritable de los recién nacidos al darse cuenta que la vida ya no es como la conocieron en el vientre de su mamá.
Se ha visto que los recién nacidos entran en un ciclo, ese famoso “síndrome del segundo día”, donde solo comen, duermen, lloran, y este ciclo se repite.
Cuando lloran no necesariamente significa que quedaron con hambre, que tienen frío o que están mojados, sino que es probable que estén descubriendo algo nuevo que no conocían. Por esta razón, cuando lloran probablemente no van a comer bien, pero al ponerlo cerca al pecho de la mamá rápidamente se calman al sentirse en un lugar seguro y nuevamente se quedan dormidos.
El pecho de la mamá es el lugar más similar a lo conocido: está calientico, alcanza a escuchar un poco del corazón de la mamá y se siente seguro.
- No te preocupes, esto es normal, ten paciencia y confía en tu instinto. Recuerda el ciclo y responde a lo que tu bebé esté pidiendo: comer, dormir y/o estar contigo.
- Ten contacto piel a piel con tu bebé, el pecho de la mamá es el lugar más cercano a donde estaba viviendo antes y se va a sentir seguro.
- Estos días tienen permiso de ser “antipáticos con las visitas”, aprovecha el tiempo con tu bebé y gózatelo tú, después tendrás muchos días más para compartirlo con el resto del mundo. En las visitas puede haber muchos estímulos nuevos que los pongan más irritables; existen más ruidos, más olores, más movimiento y sobretodo más personas cargándolos.
- Durante el embarazo es frecuente ponerles música, cantarles o hablarles a través de la barriga, sigue con esta costumbre, ponle la misma música, cántale las mismas canciones y háblale de la misma manera, así se acordará y se sentirá en un lugar conocido.
- Tomar un baño sin jabón también funciona, es un momento donde hay contacto piel a piel mientras lo mojas (sin jabón para no remover el vérnix caseoso), de esta forma se sentirá seguro y en casa.
- Acuérdate con frecuencia que todo va a salir bien, esta etapa es normal, pronto pasará. Cada día comerá más y conocerá un poco mejor el mundo al que llegó a vivir. Además, tú ya estás listo para vivirlo con tu bebé.
Escrito por. Camila Aparicio