Como pediatras, recibimos muchas consultas sobre la fiebre. Para los padres, la fiebre suele ser motivo de preocupación, especialmente cuando no saben si están manejándola de la mejor manera. A lo largo de los años, se han creado varios mitos en torno a cómo tratarla. Queremos desmentir algunos de los más comunes para que puedas cuidar a tu hijo con tranquilidad y confianza.
Es fácil entender por qué este mito persiste. Nadie quiere ver a su hijo enfermo o incómodo, pero la fiebre en sí no es mala, y a menudo es una señal de que el cuerpo de tu hijo está combatiendo una infección. En lugar de enfocarse únicamente en bajar la fiebre, es importante observar el comportamiento general de tu hijo. Si está activo y tomando líquidos, probablemente no sea necesario alarmarse. Recuerda, la fiebre es un síntoma, no una enfermedad.
Este es uno de los mitos que más ansiedad genera entre los padres. Sin embargo, la fiebre por sí sola no causa daño cerebral. Las convulsiones febriles, que pueden ocurrir en algunos niños cuando la fiebre sube rápidamente, aunque alarmantes, no causan daño cerebral permanente. La fiebre es una respuesta natural del cuerpo, y aunque ver números altos en el termómetro puede ser aterrador, lo más importante es tratar la causa subyacente y mantener al niño cómodo.
Este es un mito que lleva generaciones, pero es un método contraproducente. Los baños fríos pueden hacer que tu hijo se sienta aún peor al provocar escalofríos, lo que puede aumentar su temperatura interna. En lugar de esto, opta por paños tibios, mantenerlo hidratado y darle medicación si es necesario, bajo orientación médica. Siempre es mejor mantener a tu hijo cómodo en lugar de intentar reducir drásticamente su temperatura corporal.
Entendemos que cuando tu hijo tiene fiebre, es normal que te sientas ansioso y busques formas rápidas de aliviarla. En Docokids, estamos aquí para brindarte orientación personalizada cuando más la necesites. Consulta con un pediatra en línea a través de nuestro servicio de chat y recibe consejos claros y basados en evidencia para manejar la fiebre o cualquier otra preocupación médica que puedas tener.
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Escrito por: Natalia Cano