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La mastitis es una de las principales causas de abandono de la lactancia materna, por lo que es de gran importancia que ustedes como mamás conozcan sobre este tema. Es una situación médica frecuente después de que nace tu bebé, pero también es una condición prevenible.
La Academy of Breastfeeding Medicine (ABM) publica un nuevo protocolo en el año 2022, donde nos dice que la mastitis abarca un espectro de condiciones que son el resultado de la inflamación de los ductos y de la glándula mamaria.
En este espectro podemos encontrar diferentes situaciones como: obstrucciones, mastitis inflamatoria, mastitis bacteriana, flemón, absceso y mastitis subaguda, cada uno de estos tiene definiciones diferentes y es importante que que tu médico tratante identifique cual de todas es para realizar la intervención adecuada, es por esta razón que ante la sospecha de mastitis siempre debes acudir a tu médico.
¿Por qué se produce la mastitis?
La mastitis se produce por todo lo que implique un compromiso en el vaciamiento del pecho:
- Dificultad en la succión del bebé (frenillo lingual, mal agarre).
- Disminución de tomas.
- Preferencia de un pecho sobre el otro.
- Presión sobre el pecho: por ejemplo la ropa.
- Obstrucción mamaria, perla de leche.
¿Qué síntomas pueden presentar?
- Dolor en los senos, local o generalizado.
- Inflamación en el seno.
- Aumento en la temperatura y enrojecimiento en la piel de los senos.
- Sensación de bultos o hinchazón en algunas zonas de la mama.
- Aumento de la sensibilidad en los senos.
- Secreción amarillenta de pus por el pezón.
- Escozor a nivel de la piel de la mama o en el pezón.
- Síntomas generales de infección como fiebre, escalofríos, malestar general.
¿Cómo tratar la mastitis?
Teniendo en cuenta que la inflamación es secundaria a una situación que ocasiona un mal drenaje del seno y que esta inflación puede estar o no asociada a una infección bacteriana, la primera solución no siempre es el antibiótico, existen muchas cosas que puedes hacer antes:
- Debes continuar la lactancia a libre demanda y/o lograr una extracción eficaz, preferiblemente con el bebé cada 2-3 horas.
- Se recomienda colocar el mentón del bebé en dirección hacia el bulto, para favorecer el drenaje del seno.
- Evitar los masajes profundos y uso de dispositivos con ondas de vibración fuertes, ya que podrían aumentar la inflamación y finalmente empeorar los síntomas.
- El frío local actúa como un antiinflamatorio natural.
- Considerar el uso de probióticos a base de cepas de Lactobacillus fermentum o Lactobacillus salivarius.
- Disminuir el uso de pezoneras para favorecer el vaciado del seno afectado.
- El uso de medicamentos antiinflamatorios está indicado, aunque la mayoría son compatibles con la lactancia, siempre deben ser formulados por tu médico tratante.
- Debes buscar espacios para descansar, la mastitis puede causar malestar general y necesitas guardar energía para recuperarte.
Inicialmente se pueden seguir estas recomendaciones por 24 a 48 horas y si no hay mejoría, siempre debes acudir a tu médico tratante para definir el inicio de antibiótico.
Es importante recordar que en ningún caso está indicado el cese de la lactancia, ya que esto puede ser muy perjudicial para la madre al no vaciarse el pecho.
Prevención
Puede sonar simple, pero realmente son las recomendaciones más importantes; mantener una frecuencia para la lactancia materna o la extracción de la leche, permitir que tus senos se vacíen por completo en cada alimentación, usa un brasier cómodo o si es necesario no lo uses, continúa haciendo contacto piel a piel con tu bebé.
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