Durante estos meses, estamos cursando por un pico respiratorio que parece no tener fin y ha afectado en gran porcentaje a l@s niñ@s ocasionando gripas repetitivas que pueden generar gran preocupación a los padres.
El virus sincitial respiratorio (VSR) es uno de los virus más comunes que se encuentran en el ambiente. Afecta principalmente a bebés y niños pequeños. Se estima que todos los menores de 2 años han tenido esta infección al menos 1 vez en su vida, la cual puede llevar a infecciones respiratorias leves hasta muy graves.
Los servicios de urgencias se encuentran a tope y muchos de los pacientes pediátricos presentan este virus. Por eso, queremos hablar sobre sus síntomas, cómo podemos prevenirlo y su tratamiento, así como los signos de alarma para consultar por urgencias.
¿Qué es?
El virus sincitial respiratorio es un virus que infecta el tracto respiratorio y causa inflamación de los bronquios, o incluso puede causar neumonía, comprometiendo así la respiración y la salud de los niños.
Este virus afecta principalmente a niños pequeños; sin embargo, personas con un sistema inmunológico debilitado también se pueden afectar. El VSR se propaga a través de las gotas respiratorias cuando alguien tose o estornuda.
¿Cuándo sospecho que mi hijo puede tener un VSR?
Generalmente, el VSR puede causar un resfriado común que puede ir seguido de bronquiolitis, hasta una complicación como la neumonía.
Los síntomas de este virus pueden variar en cuanto a su intensidad y durar entre 5 y 7 días. Además puede incluir:
- Congestión nasal
- Tos
- Dificultad para respirar
- Fiebre
- Falta de apetito
- Irritabilidad
Todos estos síntomas pueden variar, por lo cual es importante que tengas presente los signos de dificultad respiratoria que son un motivo para consultar a tu pediatra, los cuales incluyen :
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Coloración azul alrededor de la boca, labios , palmas y plantas.
- Ruidos respiratorios conocidos como gruñidos o silbidos al respirar.
- Aleteo nasal.
- Retracciones en el pecho: se hunde justo debajo del cuello o del esternón con cada respiración.
- Estridor: un sonido que se oye en las vías respiratorias altas al inspirar.
- Uso de los músculos accesorios: lo observamos cuando se mueven los músculos del cuello o entre las costillas con la respiración.
- Cambios en el estado de alerta: observamos que el niño se muestra muy cansado.
¿Quienes tienen mayor riesgo de complicarse?
- Menores de 12 semanas.
- Bebés prematuros o de bajo peso al nacer (en especial los nacidos antes de las 29 semanas de gestación).
- Bebés prematuros con enfermedad pulmonar crónica.
- Bebés con ciertos tipos de defectos cardíacos.
- Los bebés con sistema inmunitarios debilitados por enfermedades o tratamientos
¿Cuáles son los factores de riesgo que predisponen a mi hijo a una infeccion por VSR ?
- Bajo peso al nacer.
- Tener hermanos, pues estos pueden llevar el virus a casa más fácilmente.
- Madre fumadora durante el embarazo.
- Exposición a humo de segunda mano en el hogar.
- Antecedentes de atopia (alergias o eccema).
- Ausencia de lactancia materna.
- Estar cerca de otros niños en guarderías o vivir en condiciones de hacinamiento.
¿Cómo lo puedo prevenir?
La mejor manera de prevenir la infección por VSR en niños es tomar medidas para reducir la propagación del virus. Algunas medidas que puede tomar incluyen:
- Lavado de manos.
- Cubrir su boca y nariz al toser o estornudar.
- Mantener su hogar limpio y desinfectar las superficies con regularidad.
- Evitar el contacto con personas enfermas, especialmente si tu hijo tiene menos de seis meses de edad.
- No envíes al colegio a tu hijo si presenta alguna infección respiratoria.
¿Cómo lo puedo tratar en casa ?
En la mayoría de los casos, el VSR se trata con cuidados en el hogar para aliviar los síntomas. Algunas medidas que puede tomar incluyen:
- Proporcionar líquidos para evitar la deshidratación.
- Realizar lavados nasales para descongestionar la nariz.
- Dar acetaminofén o ibuprofeno con una dosis brindada por el pediatra para manejar la fiebre.
En casos más graves, como neumonía, tu hijo puede requerir hospitalización, y tratamiento con oxígeno y medicamentos antivirales.
¿Quieres hablar con un pediatra sobre este virus?